viernes, 17 de diciembre de 2010

VIAJE EN TREN


El otro día tuve la oportunidad de hacer el trayecto Málaga - Sevilla en tren. Es un placer viajar en este medio de transporte;  me lleva a una especie de nostalgia romántica, de estar sentada en la ventana y ver el mundo pasar........

Pero ese día en particular tenía mi atención volcada para la gente que, como yo, iba hacia su destino y se dejaba llevar por el tren. Llevaban  las miradas distantes, huidizas, como si intentasen escapar de si mismas.

Y recordé los viajes en tren de mi juventud, los viajes en tren cuando solo había el asiento incómodo, las ventanas que se abrían cuando hacía calor y podíamos sentir el viento en nuestro rostro, la velocidad lenta como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para llegar a nuestro destino, las paradas en las diferentes estaciones, donde algunas veces gente del pueblo nos vendía algún refrigerio o alimento, y sobretodo, las conversaciones entre los viajeros, las historias que se compartían, esos momentos que no eran simplemente un intermedio en nuestra vida entre el punto de partida y el de llegada, eran por sí solos una vivencia.

1 comentario:

  1. A mí también me encanta viajar en tren... y, ya que no vienes a mi casa, tendré que coger yo el tren a Málaga

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