lunes, 10 de enero de 2011

ABRAZOS GRATIS



Hace algún tiempo me rondaba la idea de dar abrazos en las calles, a las personas que por allí pasan. Y cómo lo que se pide de una forma o de otra acaba viniendo hasta nosotros, el día 5 de enero vi en el facebook una convocatoria para quien se quisiera apuntar a dar abrazos gratis, de reyes, en el centro de Málaga.
No sé por donde empezar a contaros esta experiencia, tantas son las emociones que me suscitó, y tantas las cosas que todavía hoy traigo conmigo, algo muy bonito y muy intenso.
Al principio me sentí extraña y cortada, allí en el medio de la calle, esperando que la gente se enterara. Pasó un buen rato y yo solo había abrazado a mis compañeros. Observaba en ellos su disposición, su sencillez, su tranquilidad y su alegría, y poco a poco ese miedo de acercarme al otro - "ese desconocido" -  y ofrecerle mi abrazo empezó a ceder. La voz ya me salía, ya me acercaba lo suficiente, ya abría una sonrisa y los brazos en gesto de ofrecimiento: ¿quiere un abrazo?  Empecé a integrarme en ese dar y recibir, cuando alguien quiere dar, siempre hay alguien que quiere recibir.
Y entonces un mundo se abrió, el desconocido tampoco lo era tanto porque el lenguaje del afecto es universal y los cuerpos se abrazan, de formas diferentes sí, pero todos reconocibles como un abrazo.
Y la magia empezó: ¿Quiere un abrazo? ¿Quiere un abrazo?
Un paso estaba dado aunque había otros que me esperaban.
Aceptar, aceptar a cada uno con su posibilidad, a cada abrazo con su forma y su manera, salir de la crítica para aceptar que cada persona es como es en ese momento:
el que pasa y no te mira,
el que se para y: ?por que no?,
el que te pregunta: ¿para qué?,
aquel que viene y te regala su cariño y mirándote a los ojos te da las gracias,
el que te da una palmadita en la espalda,
el que se alegra y dice necesitar mucho de un abrazo,
el que se horroriza,
el que se ríe,
el que no te ve,
el que te acoge,
el que pasa apresurado,
el que dice que esto es lo que el mundo necesita,
el que no entiende,
la gente que pasa lejos, la que se acerca....
TODOS, TODOS, TODOS ahí en ese momento compartiendo, con el contacto o sin él, ese "abrazo" que flutuaba en el aire.
Reiteré con esta experiencia lo mucho que aprendo con la gente, lo importante que es dar el primer paso cuando quiero algo y que todo está bien así como es.
Gracias por todos los abrazos de reyes, fueron mi mejor regalo.


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